El juego se acaba, los dados dejan de rodar y los números altos ya no significan victoria. El tabú se adueña de la situación, no hay quien diga una palabra, nadie apuesta nada porque nadie quiere perder nada y yo no te quiero perder a ti, aún hay partida. Esto creció como crecen las cosas de verdad, saliste de un algo perteneciente a la nada y el tiempo se encargó luego de hacerme echarte de menos por las mañanas. Es necesario que me aprietes con fuerza, con la rabia de las cosas que odias de mí, invirtiendo el sentido. Sólo puedo dejarlo estar y aguantar el tirón con cabeza y corazón hasta que aprietes el detonador, nadie te quiere cómo yo. La explosión se quedará con todo.