sábado, 14 de abril de 2012

Parar el tiempo y repetir.


Quizás no sea un momento de inspiración, pero hacía mucho tiempo que no escribía y lo necesitaba porque esta clandestinidad es la única forma que tengo de vomitar todo lo que tengo dentro, aunque probablemente no lo lea nadie, ni siquiera ella…
Es difícil, realmente difícil pasar cada día sin saber qué está haciendo o no está haciendo, si aun piensa en mí tan fuerte como yo lo hago, si, como yo, aun llora cada noche al imaginar mi imagen en su cabeza, que no quiero que llore pero tampoco quiero que deje de sentirme tan dentro.
Que la echo de menos, que necesito su claro y su frio, que no comprendo la vida sin su piel, que aun siento su aliento en mi cuello diciendo “te quiero”, ese te quiero tan duro y difícil pero que aun así se sentía como se siente la comida demasiado caliente en el estomago, ese estomago lleno de todas esas famosas mariposas.
Que aun quiero tus tormentas, tus infiernos, tus batallas y por supuesto, tus reconciliaciones, llenas de miradas de compasión y amor, llenas de arañar espaldas porque sin ropa y totalmente pegadas no era suficiente para nosotras…  Necesito sentir ese miedo de estar a punto de perderte  y decirte mil palabras de amor y que tú sueltes sin resquemor “es que contigo se me abre el culo”
No estás sola, sigo aquí aunque no me veas, o me oigas o me huelas o me pienses…. Y voy a seguir aquí, porque me debilitas y soy frágil ante ti. Porque el hecho de que no hablemos no significa que no piense en ti, porque aun lo hago, pienso en la playa junto a ti, pienso en las películas junto a ti, pienso en la estación de autobús junto a ti, ese autobús que ha sido mi amigo y mi enemigo durante tanto tiempo… también pienso en tus dedos formando nudos con los míos, en tus manos tan pequeñas y curiosas, en tus ojos tan eternos como el cielo, en tu boca que dibujaba el infinito en mi estomago, el ritmo de tu corazón, sonando fuerte, tan fuerte que llegaba a hacerme daño… Tus piernas que me apresaban como una cárcel de piel…
No quería dejar de sentir todo eso, no quería perderte así, ni de ninguna manera…
Me siento en la cama para poder coger aire y veo tu foto, y te miro a los ojos, como si pudieses verme a través de ella y me agarro las lagrimas con los brazos del estomago porque me da vergüenza llorar si me estas mirando. Me fijo, y en la foto yo te estoy abrazando y ahora intento sentir tu tacto y creo que lo noto, es suave, caliente, agradable, me gustaba… y aun me sigue gustando…
Ojala pudiésemos parar el tiempo y repetir el momento bajo la lluvia despidiéndonos, no soltar jamás tu cara ni soltar ese beso… volver a abrazarte y suplicarte que te quedes conmigo….
Pero nos dijimos adiós y aun no he querido agarrarlo, y jamás lo hare, porque para mí, lo nuestro jamás terminará…

lunes, 16 de enero de 2012

La realidad de mis noches

¿Sabes que seria genial? Meterme ahora en la cama y que tú estés en tu lado de siempre y acurrucarme mas cerca de ti que nunca mientras me acaricias la espalda, con los ojos abiertos adivinando tu silueta a oscuras, como tantas otras veces, sintiendo los poros de tu piel, porque soy capaz de sentirlos incluso con la ropa, se perfectamente la posición de cada uno, me los se de memoria, pero déjame que vuelva a repasarlos que no quiero que se me olviden nunca; en silencio, escuchando solo tu respiración, la mía, los coches con prisa quemando las ruedas y gastando el asfalto, y los vecinos, como siempre, gritando…
Pero vuelve la realidad y me despierto, he vuelto a tirar el móvil al suelo. Levanto la cabeza para mirar por la ventana si es de día o de noche, aun es muy de noche. Y siento que tengo el ceo fruncido, estoy cabreada con mi cabeza, me la ha vuelto a jugar, te ha puesto a mi lado si, pero en un sueño y te me has vuelto a ir, como el humo de un tren de una película en blanco y negro.
No me quiero volver a dormir, no quiero volver a sentirte tan cerca y abrir los ojos y que seas humo.
 Hace semanas que sueño todas las noches contigo, TODAS, y chica, creo que me engañan cuando me dicen “no cuentes los sueños que no se cumplen”, así que me quedo despierta, mirando el techo y viendo como poco a poco, una vez mas, se levanta resacoso el sol.

miércoles, 4 de enero de 2012

El peor de los desastres

"si ahora entraras, si existieran las más mínimas y remotas posibilidades
de un pensártelo allá fuera y volvieras
y ahora entraras
te enfadarías, todavía más si cabe, al ver que soy
con mucho
el peor de los desastres que arrastré contigo."
Lo he leido por ahí y sin mas... me he puesto a llorar. Y sin mas... lo he puesto aquí.